miércoles, 30 de marzo de 2016

autor:Blanca Garcia


Tips para llevar la fiesta en paz con la suegra
Estimada Lectora
Usted nos plantea una situación que si bien es muy común y lleva a que aparezcan graves conflictos, pocas veces se toma con seriedad. Por lo regular, se hacen bromas sobre las suegras, nueras o yernos “difíciles” o “inadecuados”. También se hacen burlas o se toman actitudes despectivas sobre las intromisiones de los padres en la vida matrimonial de sus hijos.

Uno de los seres menos populares dentro de la familia son precisamente las suegras, en gran medida porque muchas de ellas intentan establecer sus normas, sus costumbres o puntos de vista sobre la nueva pareja y sus nietos, sin darse cuenta que es muy importante para sus hijos formar sus propios núcleos familiares.

Para entender cómo se generan las dificultades que se observan en las relaciones suegra-nuera o suegra-yerno, tenemos que considerar que las personas directamente implicadas en el problema no son dos, sino tres: esposa, esposo y suegra. Cada uno juega un papel muy importante tanto en la creación del conflicto como en su solución, de alguna manera todos tienen el compromiso de poder alcanzar la armonía familiar.

Muchos problemas graves en los matrimonios surgen precisamente de este triángulo, en donde las suegras tienen la intención de opinar, dirigir y a veces también controlar las decisiones de la pareja. No necesariamente estas intromisiones son mal intencionadas, pero pueden dañar profundamente el matrimonio de sus hijos.

¿Qué sucede con la esposa, el esposo y la suegra?
1. LA SUEGRA y lo difícil que a veces le resulta dejar ir a sus hijos. Durante muchos años, ella ha establecido lazos tan estrechos que le cuesta trabajo aceptar la idea de que su hijo se casó, que tendrá que compartirlo y que ahora la prioridad es la nueva esposa. Esto les hace olvidar que sus hijos tienen derecho a formar su propia familia y que no puede intervenir en ella. Las madres tienen la tendencia a pensar que son las únicas capaces de asumir y cubrir las necesidades de sus hijos. Que no existe ninguna persona como ellas para cuidar el bienestar de sus hijos que han estado bajo su protección; no puede entender que son adultos que pueden tomar decisiones de manera independiente. Además, tienen sus propias ideas de lo que debe ser una buena esposa, generalmente asociada a lo que ellas mismas fueron aprendiendo en sus propios matrimonios, por lo que buscan que las nueras traten de ser o hacer las cosas que a ellas les resultaron positivas en su relación de pareja.

Por otro lado, sobre todo en los primeros años del matrimonio, es muy difícil para una madre-suegra asumir que tiene que renunciar a su hijo-esposo, le parece doloroso tener que distanciarse de él. Tienen que elaborar un duelo de separación que a veces se traduce en esas intromisiones con la nueva pareja. Es importante reconocer que durante este periodo las suegras necesitan comprensión y apoyo para superar lo que ellas ven como una pérdida, el rol materno tiene que cambiar y redefinirse. La madre tiene que aprender a renunciar al vínculo tan cercano con su hijo, aceptar que la familia toda entra en una nueva etapa, respetar y dejar espacio para que la pareja construya su propio camino.

Desgraciadamente cuando las madres no ponen distancia encontramos cosas como las que nos relata en su amable carta. La suegra presiona para que la pareja tome decisiones de acuerdo a lo que ella cree que es correcto. También puede dejar de lado a la nuera o la critica severamente sobre cómo ésta lleva su matrimonio y el cuidado de su casa. Actos que no tienen ninguna justificación ni razón de ser. Una buena suegra es discreta y respetuosa de la vida de sus hijos, evitan inmiscuirse y tienen un interés positivo en que la nueva pareja alcance con éxito la formación de una familia saludable.

2. Es importante considerar el rol del HIJO-ESPOSO, ya que su papel es crucial pues de él depende en gran medida el desenlace del conflicto. Al igual que la suegra, el nuevo esposo entra en un proceso de separación de su núcleo familiar y específicamente de su madre. Tiene que trabajar en la separación emocional de la figura materna, esto puede llevar un tiempo y mientras esto sucede, es posible que no se sienta con la fortaleza suficiente para encarar a su mamá y ponerle límites, en el momento en que esto se logre, él tendrá que mediar entre las partes para mejorar las relaciones. Incluso en casos extremos, los hijos mismos comparan a la esposa con la suegra, o pretenden que la nuera quiera tanto a su madre como ellos mismos. De igual forma que las intromisiones de la suegra, esto último no es justificable ni razonable.

Lo que sí debemos entender es que el hijo-esposo, tiene que enfrentarse y conciliar con dos personajes de suma importancia para su vida, por un lado la madre y por el otro la esposa, tiene que echar mano de sus recursos personales para mediar los conflictos. Cuando el hijo no se involucra a favor de la nuera o evade el problema, surgirán graves dilemas en la relación matrimonial, que pueden llevar al rompimiento.

Él tiene que aceptar su decisión de formar una familia y que ahora lo más importante es su pareja. Su labor es la de ser un buen mediador, poner límites con sus padres y hermanos, y luchar intensamente porque su nueva vida sea respetada y considerada independiente de las familias de ambos. En todas las decisiones del nuevo hogar, sólo deben participar marido y mujer, tiene que defender y negociar su espacio e independencia.

3. LA NUERA. De igual forma que el hijo y su madre pasan por un complicado proceso de adaptación, la nuera tiene que aprender nuevas formas de relacionarse y lidiar con esa especie de rivalidad que existe entre suegra y esposa, entre muchas de las novedades en una relación matrimonial. Dado que en la mayoría de los casos estas situaciones resultan inesperadas, la esposa puede adoptar dos roles que lo único que hacen es aumentar el conflicto. Por un lado, se sienten amenazadas e inseguras, lo que puede llevarlas a ser controladoras de su esposo o a evitar lo más posible la interacción con la familia política. Por otro lado, pueden volverse defensivas e intentar contrarrestar la intromisiones de la suegra, con enojos, o creando situaciones de tensión que harán difícil la convivencia.

TIPS PARA CREAR UNA RELACIÓN SANA CON SU SUEGRA
Lo primero que debe considerar es que cuando se casó, también se integró a su familia política y eso es inevitable, todos podemos encontrar formas de relacionarnos que sean cordiales, respetuosas, de apoyo y tolerancia. Hable con su pareja de manera honesta, hágale ver que le duelen los comentarios que hace su suegra sobre usted.

Platique con su esposo de la importancia de que las decisiones sobre lo que tiene que ver con su casa y su vida de pareja, sólo es asunto de ustedes dos. Ambos necesitan poner límites claros, de otra manera la convivencia será muy difícil y se generarán muchos conflictos. Esta es un labor que recae principalmente en su esposo, pero usted puede ayudarlo con tolerancia, confianza y acciones negociadoras.

No compita con su suegra, no se someta a sus comentarios y no ceda terrenos, pero tampoco la desplace. Más bien negocie con ella, pídale consejo y abra un espacio para que colabore con ustedes, en el entendido de que siempre la última decisión es de ustedes.

Aunque a veces es difícil, trate de controlar las emociones negativas que pueden causarle los comentarios desagradables e irónicos de su suegra, no los tome demasiado en serio, e incluso podría buscar alguna respuesta graciosa que disminuya la mala intención de las observaciones que recibe. Independientemente de que su suegra intente hacerla sentir mal, trate de conservar la calma, de perdonar los comentarios, de buscar formas de interacción positiva con ella. Y si tiene una oportunidad, de manera conciliadora hágale ver lo mal que se siente por no llenar las expectativas que ella tiene sobre usted, incluso pregúntele cómo podrían resolver las cosas, haciéndole ver que convivirán por el resto de sus vidas, que ambas se merecen respeto, independencia, aceptación y cariño.

Un último consejo
Como ve, mi querida lectora, la problemática que nos cuenta es muy compleja y requiere que ponga en juego todos sus recursos y destrezas para cambiar una mala relación por otra de cordialidad. Esto será de mucha ayuda y apoyo para que su esposo también ponga límites en la relación con su suegra. Pero no olvide que son usted y su esposo los que en primer lugar deben delimitar su espacio familiar y buscar el respeto que se merecen.

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